Primero está la percepción, luego la realidad. La realidad es la que es, pero la percepción es el resultado de una construcción. Detrás de toda marca hay una percepción por parte de los consumidores. Es justo ahí donde interviene el branding.
Una de las definiciones de branding que más nos gusta en adaki es la siguiente: “Branding no es lo que tu dices, es lo que dicen de ti”. El branding tiene que fortalecer la identidad corporativa de una marca, transmitir sus valores y credibilidad, y seducir creando un vínculo emocional con el consumidor hasta lograr que compre, no un producto, sino una experiencia que le haga partícipe de un estilo de vida concreto. Casi nada, ¿eh?
Es sencillo de entender y muy complicado de lograr. Para comprenderlo no hay más que pensar en las grandes marcas como Coca-Cola. ¿Te ves igual bebiendo una Coca-Cola o cualquier otra bebida de cola? Si la respuesta es sí, no formas parte de la inmensa mayoría que bebe Coca-Cola por su promesa de marca. Es el juego emocional al que nos someten las marcas bien posicionadas.
Hemos desgranado el concepto de branding en las siguientes diez definiciones:
1. Es el proceso de creación de una marca.
2. Es todo aquello que rodea a una marca, los valores y atributos que transmite.
3. Lo que hace diferente y singular un producto del resto.
4. Las ideas y el estilo de vida que sugiere.
5. La vinculación emocional que genera al consumidor con la marca.
6. La experiencia de marca.
7. La tipografía y los colores que usa.
8. El nombre de la marca.
9. La estrategia de marca para poner en valor los aspectos intangibles.
10. Es la suma de todo lo anterior. Es, en definitiva, el PODER de una marca.
El consumidor no solo compra un producto, muchas veces compra un producto basado en una marca y a veces, de llega a comprar marca. Por eso, además de todo el conocimiento técnico necesario, para construir una marca, hace falta olfato. Hace falta intuición para percibir dónde está el poder de seducción de una marca y crearlo, si es que no se encuentra por ningún lado.