Si la soledad es la enfermedad del siglo XXI, la epidemia más extendida es la del síndrome de diógenes tecnológico. Hace ya tiempo que la sociedad sufre un brote agudo con episodios reincidentes de almacenamiento compulsivo.
El diagnóstico es claro: disfunción en el movimiento de los dedos para hacer click a la hora de borrar todos los correos inservibles y viejos, así como todo tipo de archivos que vamos almacenando en nuestro ordenador. El cerebro emite la orden del “no” y no hay forma de usar la papelera.
Y cuando se desea lo contrario, meter mano a la saturada bandeja de entrada se convierte en una ardua tarea para todo aquel que siente la pereza. Hasta que reviente todo. No hay mejor escarmiento que perderlo todo. Pero, ¿realmente necesitamos todo lo que guardamos en nuestro ordenador? ¿por qué nos cuesta un mundo tirar aquello que no nos sirve? ¿para qué tanto desperdicio de recursos?
La principal causa es la de “por si acaso…”. También abunda la excusa de “cuesta menos no hacer nada”. Hay quien guarda todo porque teme que le falle la memoria o porque necesita justificar cada palabra.
Al final, se acaba borrando solo unos pocos mails. Se etiquetan, se archivan, se marcan como no leídos… y ahí siguen. Su buena gestión, evidentemente, implica tiempo, aunque hay aplicaciones con ese fin, el de gestionar de la manera más eficaz el correo electrónico: Sanebox, Mailbox, myMail y Evomail son algunos de los ejemplos.
Pero siempre necesitamos aferrarnos a algo.
La sociedad vive hoy aferrada a ese pequeño y ligero dispositivo que nos interrumpe con un ligero cosquilleo en el bolsillo, alguna melodía friki o el cucurrucucú. Olvidarnos el móvil automáticamente nos genera semejante estado de ansiedad que nos convierte en seres totalmente dependientes. Todo nuestro mundo y nuestra gente se aloja en el bolsillo. Justo donde se ubica la oficina virtual.
Con todo ello, lo habitual es que estén todos los dispositivos a rebosar. Sumamos y sumamos en lugar de aligerar y destinar el espacio a aquello que realmente nos resulte relevante. El móvil se convierte en librería de fotos y vídeos, juegos y música.
Invertimos en software y no en sentido común para mantener optimizados nuestros dispositivos. Hoy en día, hay varias opciones para el almacenamiento en la nube lo cual es parte de la solución.
Pero lo cierto es que deshacerse de lo que no sirve es de lo más sano.
Aquí tenéis una lista de servicios de alojamiento de archivos gratuitos:
Mega (50 GB gratis)
MediaFire (50 GB gratis)
GigaSize (2 GB gratis)
Sugarsync (5 GB gratis)
DropBox (5 GB gratis)