La falta de comunicación causa estragos en todo tipo de relaciones. Puede haber errores de comunicación pero el más grave lo constituye su ausencia, y el más común es dar vía libre a la improvisación e ir a salto de mata, como pollos sin cabeza. El día a día no deja en muchas empresas margen para abordar la comunicación con el sosiego que se merece y cuando las prisas entran por la puerta, los planes saltan por la ventana.
Actuar con sentido común, con objetivos definidos y una clara estrategia son la base del éxito. Contratar un diseñador para maquetar el catálogo de productos y acudir a ferias no es suficiente.
Y no. Tampoco vale recurrir al “que hablen de mí aunque sea mal”. La reputación de marca es algo que cuesta mucho ganar y que puede perderse en un parpadeo.
Por eso, el asesoramiento es clave a la hora de aportar un sentido global a la comunicación tanto interna como externa, porque:
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- El desarrollo de la estrategia relacional es más compleja en una comunicación multicanal.
- Porque la comunicación interactiva es una cuestión de 24 horas y de 365 días al año.
- Porque aunque todo el mundo utiliza redes sociales, hace falta profesionalidad para gestionar de manera eficaz sus contenidos.
- Porque es necesario segregar perfiles y ver qué comunicar a quién y cómo.
- Porque además de elaborar mensajes y contenidos, hace falta tener una base de datos actualizada, un sistema de envíos de boletín, una lista de contactos de los medios de comunicación, etc.
- Porque si tú no te encargas de ello, lo hará tu competencia.
- Porque si tú no te diferencias, el cliente se decidirá según precio.
Un plan de comunicación abarca, como mínimo, estas tareas que requieren, ante todo, coherencia y organización.
- Comunicación corporativa online y offline
- Gabinete de prensa
- Comunicación de producto
- Gestión de redes sociales
- Gestión y organización de eventos
- Boletín informativo
- Manual de crisis
La responsabilidad de un asesor de comunicación es coordinar todas estas tareas con un plan de acciones y un cronograma establecidos definiendo previamente una estrategia. Pero un buen asesor de comunicación también tiene que conocer los valores de la organización y los pormenores del sector, y para que todo ruede un factor determinante es la relación entre el cliente y el Dircom. Por una sencilla razón: tienen que confiar el uno en el otro.