“Potorro, conservas con mucho salero”. Así se presenta una tienda online de productos gourmet y delicatessen, tras una inocente nota aclaratoria y no menos instructiva: “Potorro: recipiente en el que se sirve la sal (RAE)”.
Según el wikcionario, el concepto en sí tiene una etimología incierta pero podría tener algo que ver con “almeja”. Todo un ejercicio de vulneración ante lo políticamente correcto. Pero… ¡lo que han dado que hablar sus mermeladas! Bajo eslóganes del tipo “#SienteElSabor de un buen Potorro en tu boca! Prueba un @PotorroGourmet”, la marca ha hecho de su osadía la clave del éxito.
Demasiadas veces subestimamos el poder del naming y no menos veces, el del humor. Este es un buen ejemplo de lo que hay que hacer, claro está, siempre que las mermeladas estén a la altura del nombre.
La distorsión está en las mentes, señoras y señores.