Sí. Destapa todo lo que tratamos de ocultar. Amarna Miller da en el clavo. Pero el mérito no es de ella, sino del equipo creativo de la Agencia Vimema. Si el año pasado logró que el manifiesto pronunciado por Nacho Vidal invitando a hacer el amor y no la guerra arrasara, el anuncio de este año para promocionar el Salón Erótico de Barcelona tiene todos los ingredientes para superar las más de 1.200.000 visualizaciones del spot protagonizado por el actor porno. ¿Y para qué se paga sino, por publicidad?
Pero no siempre se consigue tocar la fibra sacando las vergüenzas del país. Vimema ha optado por sacudir conciencias, provocar y hacer saltar el nervio más rebelde y salvaje del personal. Primero genera tormenta: «Me llamo Amarna Miller, soy actriz porno y nací en un país hipócrita donde la misma gente que me llama puta se pajea con mis vídeos». Al final, invita a descargar la tensión y a “no rendirse”.
Hacerlo como lo ha hecho da como resultado un trabajo sublime que requiere horas y horas de creatividad y producción. Pocas veces se ha visto una definición de la hipocresía tan contundente y precisa.
Si alguien piensa que las buenas ideas tienden a recalar en nuestras mentes entre sorbos de cerveza de una oscura barra, se equivoca.
Las buenas ideas hay que trabajarlas, desarrollarlas y ejecutarlas. Un buen planteamiento no vale sin una buena producción. Miller critica la doble moral de España. “Es un país que ama la vida, pero permite que se mate en nombre del arte”. “Es un país indignado por la corrupción, pero que sigue votando a ladrones”. “Es un país donde se salva a los mismos bancos que desahucian a familias”… El arte está en dar vida a estas palabras hasta adquirir la fuerza de un veredicto. El objetivo, como dice el lema de Vimema Productions, es que los vídeos no solo se vean, sino que se compartan.
Este anuncio es un buen exponente de porqué se hace publicidad. Pero me temo que en el País Vasco se escatiman más esfuerzos y recursos del que se debería a la hora de promocionarse.
Somos más de hacer – no hablo de amor, sino de producir- que de mostrar. Definitivamente los vascos necesitamos un evento como el Salón Erótico de Barcelona en el BEC para ganar confianza en la publicidad (y en otras cosas).
Porque hay mucha publicidad de la buena.