El rebranding se puede definir como el rediseño de la imagen de una marca y es una estrategia de marketing para cambiar la percepción que tienen los consumidores sobre ella.
Puede implicar cambios radicales en el logotipo, los colores corporativos, la estrategia de marketing y en las decisiones publicitarias. Sin embargo, a veces también puede ser muy sutil, y es suficiente con realizar pequeños cambios en esos elementos.
Normalmente, el objetivo del rebranding es volver a posicionar la marca en el mercado, y actualizarla para que sea coherente con las creencias y los valores de los consumidores, que cambian constantemente.
¿Cómo crear una estrategia de rebranding?
El rebranding corporativo, en la mayoría de los casos, suele ir ligado a una estrategia de comunicación que tiene en cuenta la perspectiva global actual sobre la marca y la nueva dirección que quiere tomar.
Identidad visual
Un rebranding se traduce siempre en cambios de identidad de la marca, por lo que es necesario contar con un diseñador gráfico que sepa definir colores, tipografías y estilos que transmitirán los nuevos valores de la marca.
Estrategia de marketing
Como ya hemos dicho, el rebranding es una estrategia de marketing. Construir una marca es marketing y hay que tener varios aspectos en cuenta: es necesario analizar el mercado y considerar bien los elementos del rebranding, qué percepción se quiere crear en los consumidores…
Buscar la diferenciación con el rebranding
La renovación de la imagen de marca se realiza para deshacerse de unos atributos, valores u objetivos y abrir paso a un nuevo camino de la marca. Eso se tiene que notar en la nueva identidad visual y en la nueva manera de comunicar. Es necesario buscar la diferenciación del modelo de marca anterior y también diferenciarse de la competencia.
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